Mitologia Japonesa


Mitologia Japonesa

Posiblemente la mitología japonesa corresponda a uno de los sistemas de creencias más complejos de entender gracias en parte a la trascendencia que se le suelen asignar a este tipo de relatos y al hecho de tener relación directa con la cultura de uno de los países más aislados del mundo. Teniendo en cuenta que la importación de la escritura a Japón por parte de la cultura china fue algo tardía, resulta bastante difícil ubicarla con plena exactitud cronológicamente, sin embargo es posible decir que fue durante el periodo Yayoi que llegó la religión politeista tribal y con ella la apertura de esta serie de convicciones. 

Es así como se abre el camino para que tomando como base una buena serie de aportes religiosos provenientes de pueblos indígenas al igual que del sintoísmo y del budismo entre otros se empiece a explicar el origen de las cosas.
 

Historia de la mitología japonesa 

Ciertamente debemos remitirnos al Kojiki, un libro antiguo cuyo contenido se encarga de recopilar la historia de Japón al igual que de las familias aristocráticas y que fue presentado en el 712 siguiendo una orden oficial proveniente de la Corte Imperial de Emperatriz Genmei. Es de este compilado que surgen los mitos japoneses más tradicionales y se establece el camino para llegar posteriormente a libros como el Nihonshoki y finalmente el Shintoshu que es donde se explica desde una perspectiva budista el origen de algunas deidades japonesas. 

Vale la pena hacer énfasis de que de no ser por la orden de la creación de estos libros que por cierto fueron redactados mezclando japonés y chino no conoceríamos de este gran tesoro cultural.
 

Características de la mitología japonesa 

Nombres propios. Existe una gran particularidad asociada a la extensión de los nombres de los dioses, los cuales incluso en su forma abreviada suelen ser exageradamente largos. Este es el caso por ejemplo de un enviado a la tierra llamado Ame-Nigishikuni-Nigishiamatsuhiko-Hikono-No-Ninigi-No-Mikoto.
 
Dioses y héroes. Es común que se refieran a los dioses como Kamis y que se les describa con apariencia humana, a ellos se les asigna una serie de fuerzas o poderes que se asocian a la naturaleza tal y como es el caso de los lagos, los truenos, el sol y la luna así que se pueden identificar dioses pertenecientes al cielo y otros a la tierra, en ambos casos se comunican a través de mensajeros. En cuanto a los héroes, estos fueron constituidos para apoyar la destrucción de una buena variedad de peligros.
 
Demonios y espíritus. Los seres sobrenaturales y que por tanto logran cambiar a su antojo su apariencia se convirtieron en algo fundamental y muy propio de estos mitos. Algunos son realmente espeluznantes y se consagran como entidades muy difíciles de exterminar.

Animales. No es de extrañar encontrarse con personajes en cuerpos de animales que disponen de grandes poderes y dosis de sabiduría, es por ello que se pueden identificar desde dragones hasta zorros y lobos.
 
Elementos de adoración. Puesto que las piedras y rocas también pueden manejarse como objetos de veneración dentro de esta mitología, es propio identificar estos elementos como el centro de gran atención en ciertas historias.
 

Los dioses de la mitología japonesa 

Por su gran cantidad resulta algo más sencillo realizar una clasificación de acuerdo a las temáticas que se les asigna, veamos. 

Dioses meteorológicos. Entre ellos el dios del viento Shina-Tsu-Hiko, el dios de los ritos agrarios conocido como Susano y la deidad de la lluvia Taka-Okami.

Dioses de los astros. En las ceremonias de culto sobresale Amaterasu diosa del sol al igual que Tsuki -yomi deidad de la luna
 
Dioses de las aguas y las montañas. En este sentido el dios principal es O-Yama-Tsu-Mi quien es el señor de las montañas.
 
Dioses domésticos y silvestres. Tanto las hierbas, como las praderas y los árboles tienen su propio dios, al igual que el arroz cuya deidad es Inari.
 
Dioses de los caminos y del fuego. En los rituales que involucran fuego se llama a Ho-Musubi ya que es la deidad que provoca el fuego.
 

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