Inquisicion
Tortura
Cuna de Judas
Métodos de tortura de la Inquisición
"Cuna de Judas"
Uno de los elementos de tortura más atroces que tal vez haya llegado a ver el mundo, tal vez sea un aparato llamado “La cuna de Judas”, invención atribuída a Ippolito de Marsili (1450-1529), un abogado italiano, dado que aparece recogida en su libro “Practica criminalis”, editado en el año 1574.
En realidad, este aparato no tenía como cometido el hecho de causar
lesiones severas al reo, si no que su fin era una presión psicológica
extrema, que generalmente daba como resultado la confesión de todo lo
que los jueces le preguntasen. Era una de los utensilios más terribles
empleados por la Inquisición.
Se trataba de un soporte para el reo, consistente en una abrazadera de
hierro suspendida de varias cuerdas que se fijaba a la cintura del
detenido. Esta sujección estaba situada justo encima de una superficie
puntiaguda que por lo general solía estar encima de un trípode de
madera o metal.
La tortura consistía en tener al individuo suspendido encima de dicho objeto, a veces incluso durante varios días, mientras era sometido a la tortura del sueño. La amenaza constante de que pudiesen hacerle caer encima del vértice dejaba al prisionero en un estado anímico lamentable. En las ocasiones en que los detenidos no colaboraban (colaborar se entendía en aquella época por confirmar todas las acusaciones en contra), era cuando sí se producía el descuelgue. En función de las circunstancias, el acusado podía ser bajado lentamente o dejado caer. Por lo general, se practicaba lo primero, ya que si se le liberaban las ataduras de golpe, el acusado rara vez sobrevivía a los tremendos desgarros anales (o vaginales) que este sistema producía.
Se sabe que este método de tortura fue empleado en el siglo XX por al
menos dos dictaduras hispanoamericanas, incluyendo “mejoras” como
electrodos instalados en la sujección, elementos que daban constantes
descargas eléctricas leves para hacer mayor (si cabe) este tormento.
No hay comentarios